Mi misión como coach para madres es acompañar a otras mujeres en su camino de la maternidad.
Quiero que sea para todas ellas, un camino de crecimiento personal profundo, de transformación y de liberación. Quiero que todas las madres del mundo sean felices haciendo de y siendo madres.
Éste es mi propósito: hacer un mundo mejor: esto es lo que llevo buscando desde que tengo consciencia:
UN MUNDO MEJOR
y creo que la mejor manera de hacerlo posible es ayudando a las madres a empoderarse y ser mejores.
El mundo necesita paz y harmonía, y esto empieza en casa, en los hogares en nuestro núcleo familiar, en nosotras mismas, en nuestro interior.
Mi vocación y mi labor como coach maternal es acompañar, guiar.
Acompañar sin juzgar, sin criticar, sin cuestionar. Acompañar desde la calma y desde el amor y el respeto a todas aquellas madres que no están conformes con su maternidad.
He hecho del coaching y de la maternidad mi pasión, mi profesión.
Con el coaching para la maternidad, la clave principal es el respeto: respetar todo lo que está a mi alrededor y empatizar con todas aquellas madres y personas a las que acompaño.